viernes, 24 de julio de 2009

A la mañana siguiente

Es que la verdad no se puede exagerar. En la verdad no puede haber matices. En la semi-verdad o en la mentira, muchos.

La despertó un ridículo tono que le había puesto al móvil. Durante un segundo, pensó en no contestar, pero finalmente alargó el brazo hacia la mesilla de noche y vio en la pantalla quien era. -¡Cómo no!- suspiró. Se sacudió la modorra con un par de cabezazos y tendida, cogió el teléfono. ¿Sabes que hora es, guarra? Su voz pastosa ni siquiera se parecía al agradable tono que usaba normalmente. Sí, aún en la cama. No, no estuvo mal. ¿No me preguntes eso? Bueno, es guapo, claro. Sí, muy agradable. Y giró su cuerpo en una sacudida, viendo el lado de la cama vacío. Colocó el brazo que no sujetaba el teléfono sobre las sábanas arrugadas. No ha tenido ni la delicadeza de despedirse. Lo que oyes. Ni me he enterado. ¿Te puedes creer cosa igual? Ya no pido ni que busquen una excusa elaborada. Con decir, me voy, nos vemos, ya te llamaré, con eso, me conformo. Pero no, tenía que tocarme el cabrón que se va sin decir ni mu. No sé, debo tener imán, porque éste me engañó como una tonta. Tenía buenas maneras. Me gustaba. Pero fíate tú de las apariencias. Ya no soy capaz ni de decirme que no volverá a pasar, que se acabaron los tíos... porque me conoces y esta conversación la tendremos alguna otra mañana más. Se tocó el pelo y se desperezó, haciéndose un ovillo. La luz entraba por las rendijas de la persiana, dando el reflejo directamente en sus ojos. Los cerró, molesta, y frunciendo la frente, sentenció: Pero una cosa te dijo, cuando me lo vuelva a encontrar me va a oír. Pienso montarle el mayor numerito que haya sufrido en su vida. Ya estoy harta. Éste va a pagar por todos los hombres que me han hecho daño en la vida.

Tras la puerta del dormitorio, cruzando el pasillo, en la cocina, un chico con el pelo revuelto llenaba dos tazas de café. Buscaba el azúcar en los armarios pero sin hacer el menor ruido, para no chafar el desayuno sorpresa. Incluso había tostado un poco de pan de molde. Le brillaban los ojos, y a pesar de la cara de dormido, sonreía.

24 comentarios:

Merche Pallarés dijo...

¡Pobre chico! Le estaba preparando el desayuno y ella ya despotricando contra TODOS los hombres... Me gustaría ver la cara de sorpresa que pone cuando él entre con la bandeja. Muchos besotes, M.

molano dijo...

¿Cuántos hombres han soñado con que al despertarse ya no estará allí el polvo de anoche?

Paco Becerro dijo...

No conviene PREjuzgar, nunca. Por mala experiencia que se tenga.

Y menos generalizando... TODOS los hombres son iguales, TODAS las mujeres son... TODOS los funcionarios son.... TODOS los catalanes son... TODOS los madrileños son... TODOS los guapos son.... TODAS las modelos son...

Me encantó la sorpresa del final del relato

Madame X dijo...

A menudo, nos es más cómodo ser infelices que felices. Nos revolcamos en nuestras propias miserias y perdemos la fe en los demás, cuando la fe está en nosotros mismos.

Un ejemplo muy aleccionador. Me encantan tus historias.

Un beso.

Francisco Méndez S. dijo...

hay que tener cuidado con lo que se dice y piensa

Saludos

JLO dijo...

lo bueno siempre de tus post es q ejercitan la mente, te hacen pensar mas alla de la simple lectura...

salu2

pop life

bela dijo...

¡Bonita historia!. Está bien, de vez en cuando, un final feliz.
Hay que creer un poco mas en los demás y sobre todo en nosotros mismos.
Besos

Lula Fortune dijo...

En un libro de Bryce Echenique (La vida exagerada de Martín Romaña), sobre la ventanilla donde los estudiantes iban a cobrar sus becas se leía un cartel:"No alocarse". Siempre me hizo mucha gracia esta anécdota y creo que es un buen consejo para la vida en general. La precipitación, los juicios alocados sobre primeras impresiones no siempre aciertan y nos dejan con cara de gilipollas.
Besitos lentos, lentos y pensados.

El Deme dijo...

¿No olía a café recién hecho desde la habitación?

Ainhoa dijo...

Me encantaría saber qué hizo ella cuando lo vio entrar con el desayuno. Aunque me lo puedo imaginar.
Saludos.

Javier dijo...

Uffffff, de est@s hay demasiados, no soporto la doblez, y mira que a veces calladit@ se está muy bien.

Vivian dijo...

Bueno, creo que a todos nos ha pasado alguna vez juzgar precipitadamente y luego tener que tragarte tus palabras con papas mientras el sentimiento de culpa por malpensada te hace sentirte pequeñita, pequeñita frente a la persona que fue el blanco de tus iras…
Supongo que si rectificar es de sabios, para conseguir ser sabios tenemos que equivocarnos alguna que otra vez.
Esta vez espero que el final de tu relato sea “el principio de una bonita relación”…

Un beso

Capri c'est fini dijo...

*Merche, pues imagina que cara se le tuvo que poner. Eso se pasa por perder la fe... no porque hayas tenido malas experiencias, éstas se van a repetir en un futuro. Muchos besos.

*Molano, jajajaj, es un tema muy interesante. Hay hombres y mujeres, pero como bien dices la mayoría de los hombres serían felices si se desvaneciera el polvo de la noche anterior. Y en ese caso, posiblemente, su problema es que se quiera quedar para siempre o empiece a doblarle los calcetines, quien sabe? Saludos.

*Futuro, prejuzgamos, incluso nos gusta prejuzgar para sentirnos más listos que cualquier otro por conocer las cosas con antelación. Pero nos equivocamos, por pensar mal y montamos una propia película que a veces no es... En el pecado está la penitencia. Un abrazo.

*Madame, eso es cierto. En ocasiones "disfrutamos" nuestra propia desgracia, como una manera de probar nuestros peores pensamientos. No pretendía aleccionar a nadie con esta historieta. Que cualquiera piense y saque sus propias conclusiones. Al fin y al cabo lo que creía esta chica puede ser lo que creemos muchos en un momento determinado: un error. Un beso.

*Ulysses, no se pueden sacar conclusiones tan rapidamente porque corres el riesgo de resbalar y caer... como en este caso. Eso nos pasa por listos. Si no conoces lo que ha pasado es absurdo pensarlo... Un abrazo.

*JLO, gracias, bueno, son pequeñas historias para que todos pensemos un poco. Nada muy profundo o sesudo. Sólo para pasarlo bien. Me alegro de que tú tb lo hagas. Saludos.

*Bela, bueno, se prestaba al final feliz ante tanta amargura. La chica de la historia no había tenido una biografía sentimental fácil y por eso salían de ella todos los sapos y culebras posibles. Así que era mejor darle un respiro, a la pobre. Un beso.

*Lula, No alocarse... precioso. Me encanta Bryce Echenique. Es un cartel que todos deberíamos tener presente. Es mejor no alocarse, no sacar conclusiones precipitadas o se nos pondrá, como dices, cara de gilipollas para siempre... Muchos besos.

*Deme, me encanta que me hagas esa pregunta... pues mira que lo pensé, que ella se daba cuenta por el olor del café recien hecho. Pero supongo que la propia adrenalina del momento y que estaba acabada de levantar, hicieron que no se percatara de ese detalle. Yo cuando me levanto pierdo mis sentidos, y ni veo, ni oigo, ni huelo nada. Un abrazo.

*Ainhoa, pues desde reírse de si misma hasta llorar por lo imbecil que había sido. El propio chico seguro que no se explicaría cualquier reacción de ella... ¿qué pasa aquí? se preguntaría. Un beso.

*Pe-jota, tampoco me gustan las personas que adelantan acontecimientos, que piensan que siempre lo saben todo y cuando se dan cuenta de sus errores, creen que en el fondo lo sabía. (Por cierto, siempre me ha gustado la palabra "DOBLEZ", me suena muy bien). Un abrazo.

*Vivian, hay que ser justos con la pobre chica: a TODOS nos ha pasado algo parecido. Hay que luchar contra los prejuicios pero a veces es inevitable caer en ellos. Lo importante es no dejarse llevar y cuando te das cuenta de tu metedura de pata, rectificar, qué más? La vida es errar y errar y errar y hay pocas cosas que son inmutables. Un beso.

Anónimo dijo...

Las malas experiencias amorosas nos hacen perder la esperanza. Cuando lo vea aparecer, entonces la sorpresa será el doble de agradable.

CRISTINA dijo...

Cuéntanos qué pasó cuando él llegó con el desayuno a la cama...

panterablanca dijo...

Lo peor seróa que él oyera lo que dice ella por teléfono, y se sintiera mal, y decidiera irse de verdad...
Besos selváticos.

Le poinçonneur dijo...

Capri, eres genial.

Leyéndote uno se sonroja de la banalidad del propio panfleto.

Pero así es la vida.

Enhorabuena.

Capri c'est fini dijo...

*Lúcida, seguro, es una alegría darse cuenta que te habías equivocado y también espero que no sólo se quede en eso, sino que la situación la haga pensar y cerrar la boca a tiempo. Un beso.

*Cristina, weno, gracias por el interés, pero la historia quedó ahí. Creo que es mejor es textitos como este, no resolverlo todo. Es más poderoso que cada cual se imagine lo que quiera. Al menos es lo que creo. Perdoname. Un beso.

*Pantera, pues mira, esa era exactamente la primera versión. Pero a medida que lo iba escribiendo, pues me dio pena por la chica. Es un error tonto, no merecía que se sufriera más porque se hubiese pasado de bocazas. Creo que era mejor que él estuviera ajeno a lo que dijo. Un beso.

*Poinçonneur, gracias, hombre... exageras. Y además, a mí tu panfleto me gusta mucho, y no me parece banal. Un fuerte abrazo, amigo.

senses and nonsenses dijo...

espero que no haya oído nada...
si es que no se puede ir de vuelta de todo, que la vida no deja de darte sorpresas, ...algunas agradables.

un abrazo.

Justo dijo...

Me has hecho pensar.. creo que nunca me ha pasado eso, ni yo me he ido sin despedirme, ni se han ido sin hacerlo.

Sí me ha ocurrido que me digan: "Mejor vete a tu casa" o que se vayan apresurados cuando a mí me apetecía compartir toda la noche... Al principio me afectaba muchísimo.. ahora, la verdad es que no, si me pasa.

Y es que he aprendido a discernir el sexo de lo demás.

Un abrazo

Santy Trombone dijo...

me vienen a la mente dos refranes:
"la esperanza es lo último que se pierde"... y quizás uno que me impresiona mucho (por su doble sentido)
"cuidado con lo que se desea, pues se puede hacer realidad"

Capri c'est fini dijo...

*Senses, me molesta mucho la gente vuelta de todo, que se cree superior porque siempre controla las situaciones. No dejan sorprenderse por la vida. Esta chica es una de esas. Un abrazo.

*Justo, es que no es fácil discernir el sexo del amor, porque siempre nos lo han inculcado juntos y saber separarlo se consigue con madurez y después de que afecte unas cuantas veces. En cualquier caso, para advertir la diferencia somos mejores los hombres que las mujeres (hablando en general). Un abrazo.

*Calamarin, sabiduría popular y muy adecuada para el caso. Aunque a esta chica parece que la esperanza se le fue a la más mínima oportunidad... Un abrazo.

Abogada Soltera dijo...

jajajajja, ains, me he enamorado de ese chico... Sólo por su cara estoica y sonrisa tras escuchar esa conversación...
Me gustó mucho el relato... todas nos vengamos alguna vez, de una u otra manera, de algo que en la vida nos venció.
MUAS mil

Capri c'est fini dijo...

*Abogada, sí, pobre chico, objeto de la amargura de un mujer que ha vivido demasiados sinsabores. No la juzgo, a todos nos puede pasar en un momento u otro. Estoy segura de que cuando lo vio entrar en el dormitorio, se sonrojó y se lo comió a besos.

Un beso.