lunes, 31 de agosto de 2009

El imán

La personalidad se despierta al contacto de otras personalidades.


No es que no tuviera personalidad, sino que precisamente esa era su personalidad: no tenerla. Desde bien pequeño lo tenía muy asumido y no le suponía ningún trauma. En esos años fue sencillo y adoptó la personalidad de aquellos que más cerca tenía, sus padres. Ellos estaban encantados cuando hacía cualquier monería que les imitaba. De tal palo, tal astilla, decía su padre orgulloso. Con la adolescencia, todo cambió porque se dio cuenta de que no quería ser como ellos. Lo fácil fue, en esos años, fijarse en algún compañero de colegio y así hizo. El mimetismo era tan perfecto que inevitablemente surgió entre ellos una gran amistad. Pensaban lo mismo, hacía lo mismo y estaban de acuerdo en todo. Pero ambos fueron, por decisión paterna, a universidades diferentes y la distancia hizo que la amistad se fuera diluyendo. Esa fue la época de los grandes cambios, porque probó una y otra personalidad, compañeros de clase, de residencia, de juergas, amigos efímeros, cualquiera que se le arrimara. Iba mariposeando de una a otra, sin quedarse con ninguna mucho tiempo. Era divertido cambiar. Sin embargo, poco a poco se dio cuenta de que ese carácter voluble no gustaba a nadie y mucho menos al imitado. Fue cuando tomó la mayor decisión de su vida: constituir una personalidad propia a través de las facetas que más le gustaran de otras personas. Fue formal como su jefe, perseverante como su compañero de despacho, sociable como uno de sus amigos, parlanchín como otro, fiel como su novia... Sin embargo, existían circunstancias en las que no sabía como comportarse, huecos en blanco, porque no había arrebatado aún a nadie la forma que él creía correcta de actuar. En esos casos, solía tirar de imaginación: ¿cómo actuaría tal o cual persona en este momento? Y como decidió ser imaginativo como un amigo artista que tenía, empezó a ser excéntrico, cualidad que muchos aclamaban. Fue desde entonces cuando empezó a escuchar: ¡Hay que ver este chico la gran personalidad que tiene!

22 comentarios:

Lucía dijo...

Interesante ocupación la de adoptar los rasgos que más nos gustan de las personalidades de otros...
Pero seguro que cansa mucho.
Un texto muy imaginativo.
Un saludo!

Merche Pallarés dijo...

Divertido lo que nos cuentas hoy. Pero como dice LUCIA, muy trabajoso eso de ir entresacando rasgos de la personalidad de otra gente... Aunque supongo que ese tipo de persona existirá. Curioso. Besotes, M.

Ainhoa dijo...

Yo conocí a una chica que modificaba su personalidad con cada nuevo novio. Era fascinante porque hasta sus gestos variaban, y su manera de vestir, de hablar, sus creencias... A ella no parecía resultarle muy difícil, pero al resto nos resultaba agotador. Eso sí, durante mucho tiempo nos proporcionó un entretenidísimo tema de conversación.
Besos.

Santy Trombone dijo...

Es triste pero cierto eso de que mucha gente piensa que ser excéntrico es tener personalidad, nada más lejos de la realidad... aunque es cierto, que los excéntricos llaman más la atención.

atikus dijo...

Hay gente que se adapta a los demas o que asimila formas de ser de otros por pura inercia o voluntariamente, eso no siempre está claro!...


saludos

Capri c'est fini dijo...

*Lucía, bienvenida a Capri. Seguro que cansa mucho pero si no tienes personalidad no te queda más remedio que robar personalidad de otros. Un abrazo.

*Merche, no sé si este tipo de persona existe, es un tanto alegórico. Pero si lo piensas un poco es algo así como se produce la formación de la personalidad de cada uno, aunque de manera inconsciente. Llegado a una edad, tenemos una personalidad que es fruto de educación, experiencia vital e influencias. No crees? Un beso.

*Ainhoa, yo también conozco a una así. Cambiaba incluso de aspecto físico... se amoldaba bien al novio de turno. Son personas que andan intentando agradar constantemente, dejando de lado su propias ideas. Un beso.

*Calamarín, los excéntricos buscas continuamente llamar la atención, pero eso no significa que tengan más personalidad que nadie, sino que tiene menos sentido del ridículo que la mayoría. Cosas muy diferentes...

*Atikus, tienes razón, no siempre sabemos cuanto hay de voluntaria decisión o de influencia inconsciente. La capacidad de adaptación no es mala en sí, solo cuando va en contra de los propios principios cuando comienza a ser dañina para la personalidad de la persona. Un abrazo.

Anónimo dijo...

Todo un personaje... pero no es tener personalidad elegir ciertos rasgos de los demás? Elegió ser fiel, formal etc... porqué no elegió lo contrario?

molano dijo...

A veces nos dejamos llevar por la forma de ser de los que nos rodean para lograr su aceptación. O sencillamente para no ser un aguafiestas. Eso no quiere decir que no tengamos nuestra propia personalidad.
Buena historia de las que hacen pensar.

Uno dijo...

Demasiadas personas necesitan reafirmar su personalidad todo el tiempo manteniéndose inflexibles ante cualquier memez. "Yo no hago esto o lo otro jamás..."
Hay personas mas seguras de su personalidad que no intentarán demostrar nada y que no tendrán ningún problema en adaptarse, eventualmente a los demás. Alguien podría pensar que, como el personaje de esta historia, no tienen personalidad.
¿Adivina en que grupo creo yo que estoy?

NityaYang dijo...

Ahora bien, ¿aqué aclamado escritor le has copiado su personalidad para escribir esto? ;)))

Arezbra dijo...

En ciertos momentos no he sabido quién era porque no me he sabido reconocer. Creo que en la mayoría de las ocasiones buscamos en el difuso "fuera" algo que está más que claro en el temido "dentro".
Es más fácil mirar a todos menos a ti.
Un abrazo

Justo dijo...

Es interesante lo que dice Nitya Yang... hummmm... te veo un poco Millás en este texto, ¿a que sí?

(Hay veces que de tantos mimetismos se conforma algo original, pensemos por ejemplo en música lo que ha pasado con Alaska y sus sucesivos grupos).

Un beso

Lula Fortune dijo...

Desde luego, yo conozco a muchos así, es más, en algunas etapas de la vida ¿quién no ha imitado a alguien? ¿quién no ha buscado un modelo para recrear o adaptar? Vale, vale "recreación" no es "plagio" pero no todo el mundo ve la diferencia.
Besos especiales.

Capri c'est fini dijo...

*Lúcida, eso era un poco lo que quería transmitir. Parece muy fuerte que una persona robe personalidad, pero al fin y al cabo es lo que todos hacemos y lo llamamos "formación de la personalidad o madurez". Un beso.

*Molano, bueno, claramente el imán sí tenía personalidad, aunque fuese a costa de otros. No hay que ser muy listo para darse cuenta que el entorno nos condiciona, bien para aceptarlo, bien para rechazarlo. No es nada extraordinario. Un abrazo.

*Uno, lo de alabar la personalidad es algo que no entiendo mucho, es como alabar que uno tiene pancreas o hígado, teniéndolo todos también. Cosas diferente es las personalidad más atractivas para cada uno, que como en la variedad está el gusto. Mejor estar en el grupo de los flexibles, que en el de los rígidos: ya sabes, el frágil junco resite mejor las tempestades que el fuerte roble. Un abrazo.

*Nitya, ay, guapa, pues ya me gustaría a mí poder decir que tenía en mente a tal o a cual o que tengo referencias literarias. Salió esto, sin más... no es que me crea pura originalidad, sólo que no tengo ni claro a quien copio. Un beso.

*Arezbra, conocerse y reconocerse es un proceso largo y a veces nada sencillo. El alrededor es lo que tienes más a mano y por lo tanto lo más accesible. El interior a veces es un sitio tan oscuro que necesitamos un linterna para vislumbrar algo interesante. Un abrazo.

*Justo, ¿Millás? pues ya me gustaría a mí... eso es que me ves con excesivos buenos ojos. Muchas gracias. No me parece mal echar un vistaz y "apropiarte" de lo que te gusta, creo que eso denota personalidad y criterio y finalmente el resultado, como tú dices, puede ser altamente original. Feliz vuelta a Madrid. Un abrazo.

*Lula, claro, sálvese quien pueda... No todo somos pura originalidad. Es más, esto es como la pureza de raza, ¿quién puede decir que no es mestizo? Recreación, influencia, cita, homenaje, tributo... todos lo hacemos y además es que tenemos derecho a hacerlo. ¿Por qué no? Un beso.

panterablanca dijo...

Qué relato más original, me ha encantado. Y me parece una buena reflexión. Es cierto, todos formamos nuestra personalidad tomando detalles de éste o de aquél.
Besos felinos.

Justo dijo...

No pienso que Millás escriba mejor que tú.. me parece un columnista ocurrente, y poco más. Sus maestros son Pere Calders y Quim Monzó, bastante más interesantes que él.

(Tú tienes tu estilo propio, que yo admiro y en el que me deleito. Perdona la inmodestia, pero me considero un buen lector).

dvd dijo...

Un texto verdaderamente agridulce que me recuerda (no sé por qué) a Woody Allen...

Capri c'est fini dijo...

*Pantera, me alegro de que te haya gustado. Es políticamente incorrecto decir que te has dejado influir por las personas de tu alrededor, porque parece como si perdieras originalidad en ello. Pero es el método usado por la mayoría para configurar la manera de ser de cada uno. Un beso.

*Justo, no me digas esas cosas que ya me veo recogiendo el premio Planeta... Yo sólo soy un aficionado más, sin estilo y que va ensayando y ensayando por el mero gusto de escribir. Ya me gustaría a mí escribir como los profesionales... Muchas, muchas gracias.

*DVD, ay, de nuevo buscándome referencias. Ya me gustaría parecerme al reflejo de la sombra de gran, gran Woody Allen. Eso es a lo que aspiro. Un abrazo.

Javier dijo...

Leía e iba pensando, el típico trepa triunfador y socialmente aceptado, y al final, flash, de estos seres hay demasiados y todos conocemos a unos cuantos, y estos unos ya son demasiados.

Capri c'est fini dijo...

*Pe-jota, tener una personalidad "adaptable" desde luego es un buen síntoma de aceptación social. Y estoy seguro que hay muchos, pero pocos aceptarán lo que son, al menos públicamente. Un abrazo.

panterablanca dijo...

Pues no sé si es políticamente incorrecto o no, pero los humanos somos símios, y los símios aprenden imitando.
Además, qué más da si copiamos o no. Una vez leí en alguna parte que en la naturaleza hay un número determinado de formas, no hay más, pero se van mezclando unas con las otras hasta hacer formas que parecen totalmente nuevas. Pues algo así debe pasar con las personalidades. Por eso yo siempre digo que todos somos iguales en la esencia, pero absolutamente diferentes.
Besos selváticos.

Capri c'est fini dijo...

*Pantera, simios, muy simios somos y aprendemos por imitación... Yo no censuro al pobre imán, ni lo critico porque todos consciente o inconscientemente hacemos lo mismo... copiar...

Un beso.