martes, 12 de agosto de 2008

El prestidigitador

Todo efecto mágico consta de tres partes o actos: la primera parte es la presentación, el mago muestra algo ordinario. El segundo acto es la actuación, el mago con eso que era ordinario consigue hacer algo extraordinario, pero todavía no aplaudiréis, que hagan desaparecer algo no es suficiente, tienen que hacerlo reaparecer. Entonces intentareis descubrir el truco, pero no lo conseguiréis porque, en el fondo,…no queréis saber cual es, lo que queréis es que…os engañen.


Después de una inesperada llamada, viniste. Yo no tenía ganas de tus tonterías y enseguida lo hice notar, sutilmente, con los ojos. Pero aún así, te empeñaste en lucir tus juegos de palabras, tus palomas de la chistera, tus ases de la manga. A pesar de que sonreía cortésmente, pronto te diste cuenta que yo no era un espectador entregado. Guardaste todo el atrezzo y esperamos juntos hablando del tiempo. Sin embargo enseguida, vino el resto y se fueron sentando alrededor de la mesa. Eso te dio ánimos, ojos expectantes, carne fresca y se reanudo el espectáculo. La gente te miraba extasiada mientras salían pañuelos de tu solapa. Yo los miraba a ellos y no lo podía creer, viejos trucos engañando a gente vieja. Me pasé el rato intentando ver cuerdas sospechosas, muelles escondidos, recovecos en la ropa pero hacía tiempo que tú no estabas pendiente de mí. Tus trucos estaban siendo un éxito y yo, por pudor, no quise aguar la fiesta a tan selecto público. Me sentí un miserable igualmente por no poder disfrutar de tus juegos de manos, los mismos que un día me tuvieron cautivado. Te esforzaste con todo tu repertorio, el local se venía abajo y cuando abriste la capa y todo desapareció, la ovación fue sinceramente encendida. Saludaste como todo un profesional y con todo el orgullo metido en el cuerpo, me dedicaste una mirada de aprobación. Cambié la cara en un segundo y te mostré mi mejor sonrisa. Respiraste aliviado y saliste a disfrutar de tu triunfo. Te hice creer lo que no era real. Todos mis dientes en posición te engañaron; es de los pocos trucos que aprendí en la vida. La gente te felicitaba al paso. Yo no sierro a nadie por la mitad, ni saco conejos del sombrero, no sorprendo con monedas, ni con flores de papel pero también soy prestidigitador y tengo trucos que jamás cuento a nadie.

20 comentarios:

Justo dijo...

"Vino el resto y se fueron sentando alrededor de la mesa".
O sea, que has vuelto a las cenas, porque una vulgar comida no me pega que sea escenario de estos juegos malabares de sociedad.

El cazador cazado.. con un truco también viejo, la simulación.
¿Hay algo más patético que un prestidigitador al que no le sale un truco en público?

Merche Pallarés dijo...

¡Qué bien escribes, recórcholis! Precioso y MUY elegante el relato de un engaño. Enhorabuena querido Capri. Besotes, M.

Peggy dijo...

Si , bien escrito ....en el teatro del mundo se necesita ser un mago elegante : )

nomolamos dijo...

que verdad es,
siempre hay que gusrdar algun truquito en la manga....
besitos, que este pasando buen mes,

Pedro Ojeda Escudero dijo...

Hay toda una vida detrás de esas líneas: la de la madurez dolorosa.

Anónimo dijo...

Me ha encantado tu crónica de un engaño anunciado y además la verdad es que me resulta una situación que también he vivido en algún momento. Lo mejor sin duda cuando un instante antes de bajar el telón el truco hace cambiar los papeles y el mago pasa a ser parte del público absorto y sorprendido.

pon dijo...

La necesidad de público solo acentúa más aún la soledad del mago que pierde las palomas y los naipes.

JLO dijo...

Te prefiero a vos antes q a los magos ja...

buen texto...

salu2


pop life

Anónimo dijo...

Lo triste de los trucos es que cada vez tienen que ser más elaborados para entretener a un público cada vez más exigente...

Tu "magia" me parece más bien natural Capri. Es siempre un placer leerte. :)

Capri c'est fini dijo...

*Justo, jajaja, podía ser en una cena o en una cafetería, los magos aprovechan para sacar sus trucos en todas las ocasiones que se presten. La simulación es un truco, más usado de lo que se cree uno, hay incluso algunos genios. Saludos.

*Merche, linda, muchas gracias por tus palabras, me siento muy honrado con lo que me dices... Besazos.

*Peggy, es cierto que el mundo es un teatro, actores, magos, público y demás llenamos el mundo... Siempre procuro ser elegante, gracias por tu elogio. Besos.

*Nomolamos, siempre hay que guardarse un truquillo de última hora o tener un plan B porque no sabes lo que te va a venir. El mes, muy bien, espero que el tuyo también. Pásalo bien. Besos.

*Pedro, misterioso tu mensaje, no sé si mi madurez está siendo dolorosa pero en cualquier caso creo que los dolores te ayudan a madurar. Por desgracia es lo único positivo que tienen los dolores... Un saludo.

*Juan Miguel, un relato así, de magos, tenía que terminar con un truco final, sorprendente, como son los trucos. Aunque como bien dices es una situación que a muchos nos resulta familiar en algún que otro momento. Un saludo.

*Pon, un verdadero mago necesita un público entregado. He visto grandes esfuerzos por ahí para conseguirlo.

*Jlo, gracias, yo también soy un poco mago a veces... gracias por el apoyo. Un saludo.

*Anónimo, tienes razón, los magos corren riesgos innecesarios para satisfacer al público... Yo de momento me contento con ser natural, como dices. Un abrazo.

senses and nonsenses dijo...

...si dejáramos los trucos y la magia para el circo.
...si fuéramos más sinceros en nuestras relaciones.

un post precioso.
un abrazo.

Caronte dijo...

Leo "Nolan" y pienso en esa maravilla llamada "El caballero oscuro" (sin olvidar "memento").

Escribes de puta madre.

1 abrazo.

Javier dijo...

A veces no es que queramos ser engañados, sólo queremos darle algo de magia a nuestras vidas y huir de una realidad agobiante, pero esta acaba imponiéndose.

Capri c'est fini dijo...

*Senses, pero desgraciadamente no es así, la sinceridad y las relaciones sociales difícilmente se llevan bien. Hay mucho que esconder y mucho que callar... Un saludo.

*Caronte, no es que sea muy seguidor de Nolan pero es que la cita de The Prestige me venía como anillo al dedo. Memento sí me gustó, pero luego ha ido decayendo. Aún no he visto El caballero oscuro. Me alegro que te guste lo que escribo, no sabes cuanto agradezco que opines así. Un abrazo.

*Pe-jota, no estoy en contra de buscar la magia, a veces es muy necesario, porque como dices sirve de válvula de escape de la gris realidad, pero esto no es magia, son trucos... de los que algunos son muy expertos. Un saludo.

panterablanca dijo...

Yo conozco a un prestidigitador que a la vez es encantador de serpientes. No somos muy amigos porque suelo verle los trucos y yo no conozco el truco de fingir que no los veo, además no puede encantarme porque soy pantera, no serpiente. Así que no hay demasiado buen rollito.
Besos de pantera.

Capri c'est fini dijo...

*Pantera, cuidado con una persona así que puede ser que además de prestidigitador y encantador de serpientes, sea cazador de felinos y no lo sepas... la jungla es el mejor sitio para esconderse. Un beso.

Sibyla dijo...

Mi hijo es prestidigitador, y cuando me hace trucos de magia, no quiero que me cuente el truco, prefiero ignorarlo para no decepcionarme...

Un abrazo:)

Capri c'est fini dijo...

*Sibyla, es curioso, a pesar de que sabemos que tiene truco, no quieres saberlo y quedarte con la idea de la magia para no decepcionarte. Espero que hayas educado a tu hijo para que no se deprima cuando no tiene público. Es el mal de prestidigitador. Un beso.

EvitaBlu dijo...

Hola Capri, llego tarde.

He estado a punto de mostrar el único As que guardaba en la manga, al final lo he reservado para unos pocos.
No sé que clase de prestidigitador serás, pero estarias igual de elegante sentado frente a una caja de cartón, escondiendo monedas en tres vasos de agua.

Eres muy bueno.Enhorabuena.

Capri c'est fini dijo...

*Eva, nunca llegas tarde. Guárdate tus ases, nunca sabes cuando lo vas a necesitar. Yo soy un pequeño prestidigitador, muchas veces no me salen bien los trucos, pero no me importa. Gracias por tu comentario, en serio. Muchos besos.