lunes, 2 de junio de 2008

Planes de fuga

La libertad de la fantasía no es ninguna huida a la irrealidad; es creación y osadía.


Hay días en que te mereces una fuga, incluso una temporada viviendo de fugitivo. Pensar por dónde y cómo, los peligros de cada posible salida, la adrenalina de ser atrapado... Hay días en que los grilletes se hacen especialmente dolorosos, normalmente ni te das cuenta de ellos, pero a veces los notas completamente cerrados, oprimiéndote las muñecas. En esos días, ni la luz que entra por el ventanuco te consuela porque son las migajas que mendigas en comparación con el inmenso sol. Reflexionas, una huida a lo grande, sin que los carceleros se den cuentan de mi ausencia hasta que sea demasiado tarde. Palpas la pared de la celda como si no fuera real, los contornos rugosos del muro e imaginas que son de papel, fáciles de traspasar. Y fuera hallas la libertad, concepto que sólo adquiere sentido a ese lado de la pared. Todas las celdas no son iguales, porque van cambiándote de una a otra para evitar que traces el plan que te saque de allí. Algunas de ellas son tan deprimentes que los planes de fuga se desbaratan enseguida, y por más que arañes el duro hormigón no avanzas ni un centímetro. En esos días, te reconfortas pensando que la verdadera cárcel está fuera o que el cielo, cuando salgas, no será tan azul como creías. Pero a la mañana siguiente sigues con lo trazado en tu plan. Sin desaliento, calculas las opciones sin que nadie lo perciba. A veces, sueñas, tumbado en el jergón, que lo consigues y que nunca quieres volver a estar encerrado. Crees que despiertas, con las pupilas bien abiertas para acostumbrarte a la penumbra de esas cuatro paredes, a seguir excavando hasta hacer el agujero por el que veas el mundo real. Sin embargo sólo es un sueño; la fortaleza, prisión o calabozo en el que estás, siguen en pie sin solución. Simples falsas esperanzas de escapar y romper con todo, porque los muros son inexpugnables y las medidas de seguridad a prueba de fugas. Y todo sigue igual.


Para hacer más amena la fuga, lo mejor es tararear la marcha de La gran evasión
(John Sturges, 1963) de Elmer Bernstein.

28 comentarios:

nomolamos dijo...

Cuantas veces he deseado desparecer, irme donde no hay nadie, lo tipico, una isla desierta .. pero.... hay grilletes que no aprietan que nunca te dejan decirdirte. y a veces el encierro ahoga, axfisia, menos mal, que como todo, se pasaaaaaaaaa...
un besote

el otro amante dijo...

Pues lo de la escapada en los últimos tiempos me apetece bastante. Mira que oportuno has estado con esta entrada..., jajajaja. Saludos afectuosos.

Irene dijo...

Pues yo creo que siempre se puede escapar, por supuesto que da miedo, a veces, la huida, pero a momentos en que es mejor forzarla; quizá con ayuda de alguien. Lo que yo creo que se pasan no son las ansias de una escapada, esas siempre estarán ahí, pues el hombre es tozudo. Lo que se pasa el es dolor al hacer ese esfuerzo. eso se cura con el tiempo...

Maaaaaadre mía que chapa! Jajaja

Emily dijo...

Te puedo venir a visitar, te llevo un bocadillo. Dentro habré puesto una lima. El resto lo tendrás que hacer tu;)

Capri c'est fini dijo...

*Nomolamos, sí, la fuga es algo de los que nadie está a salvo de desear y que muy pocos consiguen. Procuraremos que, al menos, no nos hagan daños los grilletes. Un beso.

*Amante, bueno, si no te has resignado a quedarte encerrado, eso es que estás más vivo que nunca. Me alegro haber sido oportuno, misteriosas casualidades... Abrazos.

*Irene, buscaré a algún compañero de celda o incluso sobornaré al carcelero si hace falta, pero las cárceles son múltiples y andar en plena fuga cansa a veces... muchos besos... (nada de chapa, me gustan tus comentarios). Saludos.

*Emily, toda la ayuda será agradecida, incluso un bocadillo con lima, que sean gruesa y tenga jamón de Jabugo para disimularla... Besos.

Javier dijo...

Cuantas veces uno ha pensado en plantarlo todo, hacer un cambio radical, hay días que parece que te vas a ahogar, la vida, mejor dicho la vida que llevamos nos aplasta y dejamos de ser nosotros mismos enterrándonos bajo máscaras de conformidad y aceptación que nos aplastan hasta dejarnos sin oxígeno.

Capri c'est fini dijo...

*Pejota, no lo hubiera dicho mejor, gracias que no es todos los días... de momento sólo puntualmente. Pero es una sensación altamente asfixiante... Muchos abrazos.

.. dijo...

A veces se produce una ilusión de escape, porque la cuerda que tenemos al cuello es larga como para eso.

Capri c'est fini dijo...

*Caulfield, desgraciadamente pasa muy a menudo que la cuerda es larga. Estaba justo leyendo tu entrada gafapastil, jajajaj Un saludo.

senses and nonsenses dijo...

de Ionesco, me fui a Buñuel y el fantasma de la libertad, y luego a Cioran, que me has hecho ir a buscar una cita:
El hombre es libre, salvo en lo que posee de más profundo. En la superficie, hace lo que quiere; en sus capas más oscuros es un vocablo carente de sentido.
es lo de la cuerda que decía Caulfield.

yo, sin embargo, quiero que me encierren con steve macqueen en el talego, y jugar a la pelotita con él.
un abrazo.

Anónimo dijo...

Los grilletes nos hacen soñar con la libertad. A veces olvidamos que fueron puestos por voluntad propia.

el otro amante dijo...

Si el 2 de junio te conté que me apetecía la fuga, hoy ni te cuentooooo!. Joder, Capri últimamente parece que me lees el pensamiento antes de hacer las entradas, me pasó con lo del tema italiano y ahora me vuelve a pasar con éste. ¿Adivinarás otro tema que me ocupa ahora en tu próxima entrada?. Gracias y un abrazo.

Roberfumi dijo...

Hay que tomarselo como McQeen, con humor y una pelota de beisbol, que todos somos Micahel Scofield jejeje.

A veces es mejor agarrar bien el manillar de la Triumph y darle gas a fondo, y si no llegamos a donde queremos, pues damos la vuelta, al menos el paseo habrá sido bonito....

Merche Pallarés dijo...

Reconozco que los jovenes de hoy en dia lo teneis MUY dificil para romper con todo y largaros a cualquier lugar. El sistema os tiene atados y bien atados con hipotecas, precariedad laboral etcétera. Sin embargo mi generación (que fue muy privilegiada) to teníamos muchísimo mas facil. (Si leeis mis posts antiguos, lo podreis comprobar). Besotes, M.

Capri c'est fini dijo...

*Senses, la frase de Cioran es una verdad como un templo, ¿qué es la libertad estando dentro de un sistema? Además salirse no es tan fácil como pudiera parecer (la famosa cuerda al cuello). Jajajaja ¿metido en el talego con Steve McQueen? ¿juegos de pelota? no quiero usar el doble sentido... Un saludo.

*Lúcida, no estoy tan de acuerdo que todos los grilletes hayan sido puestos por voluntad propia. La mayoría sí, pero el sólo hecho de nacer en una familia o en un determinado lugar va marcando la pauta grilletil, como si te fueran midiendo el cuello y las muñecas de antemano. Un beso.

*Amante, veo que mis cursos de telepatía surten efecto. Me alegro que mis entradas te den que pensar y suerte con la fugaaaa. Saludos.

*Robertfumi, supongo que habría momentos en que hasta Steve McQueen estaría hasta los huevos de la pelotita... y eso es un poco lo que intento reflejar. No he visto Prison break aunque me la han puesto por las nubes... tengo que sacar tiempo para verla desde el principio. Un saludo.

*Merche, bueno, supongo que todas las épocas son difíciles, cada uno con su dificultad propia... y esta lo es, como dices, el sistema es inflexible. Habrá que darse un respiro en algún momento... Besos.

Lula Fortune dijo...

¿Y si afuera hay otra cárcel en forma de libertad? Ya lo dijo Sartre: El hombre está condenado a ser libre. No te atragantes con la lima. Besos cautivos.

El Deme dijo...

Escaparse es maravilloso, salir de la propia rutina, cárcel o monotonía. Pero lo mejor es Volver, porque la rutina tiene cosas estructuradas, la cárcel es un pequeño palacio tranquilo y la monotonía nos ayuda a conocernos mejor.

Francisco Méndez S. dijo...

la musica de la película es genial.
Saludos

Pedro Ojeda Escudero dijo...

sin embargo, siempre hay que intentar la fuga: es un derecho y un deber

Capri c'est fini dijo...

*Lula, estoy seguro que fuera hay otra cárcel, sin barrotes y ni paredes, pero cárcel igualmente. El deseo de libertad es lo único que no puede ser encarcelado. Besos (libres, todos los que quieras).

*Mmmm Deme... un defensor de la rutina... a veces se agradece, cuando es querido, como la soledad, pero ¿no hay un día en que quieres escapar? Eso es lo que quería reflejar. Un abrazo.

*Ulysses, la música genial, verdad? a mí me encanta, me dan ganas de escapar... Saludos.

Capri c'est fini dijo...

*Sí, Pedro, hay que intentar escapar por más muros y guardas que te pongan, por lo menos para respirar por instantes el aire fresco del otro lado. Gracias por la visita. Un saludo.

Ainhoa dijo...

Hace menos de un año que escapé de una cárcel (dejé mi trabajo), y aún hoy me cuesta creer que toda esta libertad de la que disfruto, que todo este tiempo que es mío y sólo mío, no sean un sueño.
Un beso.

El futuro está en el porno dijo...

Puede que huir sea de cobardes, como algunos dicen, pero en el fondo requiere de un esfuerzo mayor del que pensamos.

Capri c'est fini dijo...

*Ainhoa, me alegro mucho que hayas acertado. A veces nos achantamos con tanta responsabilidad y no podemos ver claro que lo que no nos interesa no podemos perpetuarlo. Bien hecho. Un saludo, valiente.

*Futuro: Huir no es de cobardes, hurdir un plan de fuga y hacerlo realidad requiere más valor del que la gente cree. De cobardes es bloquearte y clavarte en un mismo sitio. Un saludo.

desconvencida dijo...

Me ha gustado mucho el post, me ha recordado a esa proposicion, totalmente (des)honesta que le hace Bill Murray a Scarlet Johansson en "Lost in translation":

¿Puedes guardar un secreto? Estoy organizando una fuga. Primero tenemos que salir del hotel, luego de la ciudad, y por ultimo del pais ¿te apuntas?

Capri c'est fini dijo...

*Gracias Descon, que te recuerde a Lost in translation es algo más que un elogio. A veces necesitamos una buena fuga y qué mejor si es acompañado... Feliz huida. Besos.

Anónimo dijo...

¿Huir? ¿A dónde? No podemos dejar atrás los fantasmas, ellos nos siguen siempre allá donde vayamos.
Yo me fui a dos lugares distintos y sólo conseguí dos cosas:
- una migraña depresiva diagnosticada,
- y más fantasmas a los que traje a mi casa.

PD:Vete, sal, diviertete, pero un consejo, sal de la cárcel, las rayas engordan.
Besos

Capri c'est fini dijo...

*Bueno, anónimo, huir no es la mejor solución pero a veces es lo único que se apetece. Es totalmente cierto que los fantasmas se mudan a tu casa y sales y te diviertes y cuando vuelves están allí esperándote. Gracias por el consejo, de momento, me quedo en la celda pero me lo sigo pensando. Un saludo.