miércoles, 2 de julio de 2008

Euforia

Nada es tan contagioso como el entusiasmo.


Gritos, saltos, carreras desenfrenadas, abrazos, estalla la euforia. La gente se va arremolinando en plazas hasta formar una muchedumbre amorfa, los coches pasan vociferando y tocando el claxon. Se va creando una hermandad espontánea entre perfectos desconocidos. Banderas al aire, o brazos en alto, botellas de las que todos beben. Es el tiempo de desfasar, de hacer lo que nunca habías hecho, se asaltan las fuentes, se corean nombres, se aúlla en la madrugada. Es curioso ver a la euforia actuar, ver cómo se va contagiando, cómo pasa de media sonrisa a sonora carcajada. Necesitamos la euforia de vez en cuando, necesitamos pensar que no habrá un mañana y que somos dueños de la noche. También somos conscientes que esa euforia es corta y algo estúpida, pero no podemos dejar de participar. El entusiasmo es gratuito y no se presenta muy a menudo en esta sociedad gris y rutinaria, por eso salimos a festejarlo sin pensar. Hay varias razones para que salte algo así, aunque quizá la razón es lo de menos, porque por unas horas la razón está fuera de juego. Lo importante es que las personas excepcionalmente se ven invadidas por la felicidad, sonríen, se abrazan, se besan y eso en sí mismo, ya es un espectáculo. Cuando vuelve a salir el sol, la vida se retoma, los autobuses siguen su ruta, los trabajadores caminan como zombies y la euforia es recogida por el servicio de limpieza municipal.

No soy muy futbolero, pero es imposible abstraerse a un estallido de alegría como el del domingo, cuando la selección de fútbol de España ganó la Eurocopa. Participé como uno más, con los ojos bien abiertos, observándolo todo. Hoy cuando ya ese momento es historia, me ha parecido interesante evocar las horas en que la gente salió a la calle a celebrarlo. Cada gesto, cada grito histérico, cada banderola al viento merece un análisis en sí mismo. Se necesitan momentos así para comprobar que no todo está perdido, que el ser humano de las ciudades no ha cambiado el corazón por un piedra que late, que seguimos vivos a pesar de todo. Fue por el fútbol, pero no sólo por eso, también fue por esquivar la rutina, por dar un toque de color (rojo esta vez) a las grises vidas que llevamos, por saltarnos una noche el protocolo y por enloquecer. Lo merecemos de vez en cuando.

40 comentarios:

Anónimo dijo...

Vi la semifinal con los compañeros de trabajo en la cena de fin de curso. Fue muy gracioso ver a gente haciendo cosas que no te esperas: revolcarse en el suelo con la bandera.

A mi el fútbol me da igual, no lo veo. Pero esa sensación de euforia que describes, se pega. El estar en la calle y gritar CAMPEONES, está muy, muy bien.

¿Volverán a ganar?

panterablanca dijo...

Comprendo la alegría de la gente, y me alegro. Sin embargo, nunca me gustaron las masas, y en este caso la euforia colectiva que movía a esa masa, tampoco. Me parece igual de peligrosa la euforia colectiva que la rabia colectiva. La euforia grupal emborracha (y también el alcohol que lleva a consumir, por supuesto), y se hacen y dicen cosas que pueden ser muy estúpidas y peligrosas.
Besos felinos.

Merche Pallarés dijo...

Sí es bueno soltar la adrenalina de vez en cuando pero como dice Panterablanca tampoco aguanto las masas porque igual que demuestran euforia pueden demostrar rabia aunque la única vez que me gustó esta última demostración fue a raiz de la tragedia de los trenes del 11-M, las grandes manifestaciones que tuvieron lugar por todo el país fue un ejemplo de rabia contenida bien canalizada. Besotes, M.

Emily dijo...

A mi me dió alegría por el equipo, pero que salga tanto la palabra, patria, bandera, España...da un poquito de rabia.
Eso sí, no me mezclo con la gente, tuve un poco de vergüenza ajena!

Eduardo dijo...

Emily, es que ganó España. Y si no sales con la bandera, con que vas a salir? Hay que desmitificar un poco el tema...
A pe-jota, in absentia, aunque pasará pronto, VES COMO NO SOY EL ÚNICO?

Emily dijo...

Eduardo, es que, jeje, resulta que soy catalana! pero tampoco saldría con la senyera, eh? Que conste que vi los partidos...

Eduardo dijo...

Pues entonces, más a mi favor. Pero no entraré en política en blog ajeno. Pues la política es lo menos cercano al arte que conozco. Además, cuando se saca la política hay que estar preparado para las respuestas, y yo estoy muy cansado, en mi diván soportando el calor con mi ambrosía/gin tonic...

Emily dijo...

Eduardo, no creo que Capri se enfade...páseme un gin tónic, hombre!

Javier dijo...

Jajajajajajajajajaja, veo que por aquí se acuerdan de mi, jejejejeje, me siento raro, seré el único que no ha posteado tan loable victoria ?¿

Capri c'est fini dijo...

*Anónimo, verdaderamente es muy gracioso ver como la gente desfasa y hace locuras por una victoria en el fútbol. Sobre lo de que vuelvan a ganar... si tenemos en cuenta que la última vez fue en 1964, probablemente podemos quedarnos sentados a esperar. Un beso.

*Pantera blanca, como tú yo también soy bastante escéptico con los acontecimientos en masa sean para celebrar o para linchar. Pero en esta ocasión, me hizo gracia actuar de observador y la alegría que la gente traslucía. Es una alegría un poco tonta, pero inofensiva y que se apaga al poco. Besos a la jungla.

*Merche, digo lo mismo, no soy de muchedumbres, es más ni siquiera estaba metido en el ajo en estas celebraciones. Las vi en una discreta segunda fila, pero disfruté mucho. Totalmente de acuerdo el caso de las manifestaciones del 11-M, incluso de las del No a la guerra, no encontré a nadie que aprovechara el anonimato para dar rienda suelta a su rabia. Eso se agradece, porque siempre suele haber algún mamaracho que lo empaña. Besos.

*Emily, jajaja, cierto, sobre todo cuando llegaron los jugadores a Madrid y empezaron con los discursillos patrióticos de tres al cuarto. Mucho España es lo mejor del mundo y Viva España. A eso me refería en lo de alegría estúpida... pero bueno, nada es perfecto y hay que tomarlo como algo inherente a ese tipo de celebraciones. Me alegro de que sigas paseando por Capri, aunque haya terminado. Un beso.

*Eduardo, si lo piensas friamente es como si España entera hubiera ganado la lotería o una guerra mundial, pero bueno, si es por optimismo es mejor dejar un poco rienda suelta a los instintos y dejarse llevar por el momento. Para una vez que pasa.... Un abrazo.

*Emily & Eduardo, en mi blog podeis hablar de lo que querais, de política incluída, eso sí, sirveme un gin tonic a mí también, que algún peaje, aunque sea pequeño debo cobrar. Es muy curioso que esta sea la misma España de los nacionalismos y la España del CAMPEONES, CAMPEONES... Un saludo a ambos.

Capri c'est fini dijo...

*Pe-jota, yo no iba a hacer referencia pero es hecho de las celebraciones de este estilo son tan excepcionales, que no quería dejarlo pasar. Es tan interesante ver y analizar la euforia colectiva... Me parece genial que no quieras postearlo, no todos vamos a escribir de los mismo. Un abrazo.

Lula Fortune dijo...

Yo, que tampoco soy futbolera, pensaba, viendo la cara de los alemanes, lo frágil que resulta esa línea divisoria entre la euforia y la decepción. Como el anillo en la película de Macht Point, unos milímetros más hacia un lado y todo hubiera sido diferente. También me resulta por lo menos curiosa, la imagen de los hijos de agerridos nacionalistas gallegos enfundados en banderolas españolas. mundo curioso el nuestro.
Besos multicolores.

pon dijo...

Yo disfruté el partido pero bien. Me gusta el buen fútbol como otros deportes, pero como no me gusta hacer ruido ni salir de farra masiva, pos no participo en los festejos en la calle. Pero desde luego entre tanta crisis y tanta gaita, un rato de olvidarse de todo viene muy bien. Además una vez cada 44 años tampoco es para quejarse mucho.
Me encanta ver banderas españolas enarboladas por alguien que no son obispos ni partidos de derechas, que se han apropiado de los símbolos, porque les hemos dejado. A mi no me avergüenza mi bandera, soy española, de izquierdas y del Atleti, casi ná. Lo que me avergüenza es verla mal usada y mal interpretada.
Un gusto ver Colón de fiesta con banderas y sin obispos, caramba.

Coppelia dijo...

Sólo una nota para decirte que encontré este blog por serendipia mientras buscaba otra cosa y he disfrutado muchísimo leyendo, no sólo por los temas sino por el estilo: hay verdadero amor por las palabras aquí. Supongo que no será la última vez que pasaré. Mientras tanto, un saludo.

Capri c'est fini dijo...

*Lula, genial la referencia a Match point, yo mismo pensé varias veces en la noche, que habría pasado si hubieran perdido los españoles: lloros, caras serias... Por eso hay que tomarse todo con un cierto escepticismo, disfrutar de la fiesta pero sin volverse demasiado loco. En cuanto a lo del nacionalismo, con todo esto nunca había escuchado declaraciones tan patrióticas como en estos días, si pareciamos yankies o franceses... las tornas que da el mundo. Besos patrióticos.

*Pon, me alegro mucho de tu declaración de principios, tienes razón la pobre bandera española ha sido usada y abusada exageradamente hasta tener unas connotaciones muy feas a mi parecer. Parece que es la derecha la única homologada para lucirla. No soy un hombre de banderas, pero no la rechazo, ni se me pone la piel de gallina con ella. Las banderas (que no son más que trapos de colores) significan lo que significa el que la porta. Siempre he pensado cual es la diabólica relación entre obispos y banderas, dos conceptos diferentes en principio. Esta idea da para unas cuantas entradas... Besos.

*Bienvenida a Capri Coppelia, muchas gracias por el enorme piropo que me has lanzado. Si te digo la verdad me gustan las palabras, jugar con ellas, darles la vuelta. El título de esta entrada tiene una palabra preciosa: Euforia. Vuelve cuando quieras. Un beso.

EvitaBlu dijo...

Hola Capri, contador de cuentos verdaderos.
Ví el partido desde Italia, no fué lo mismo, pero la tarde del sábado, tuve la oportunidad de apoyar a la selección desde la radio de allí.
Me gustó.
El de la cabeza por la ventanilla ¿eres tú?

Besos de interrogación

Capri c'est fini dijo...

*Eva, nunca es mal sitio Italia para nada, aunque nade desesperadamente para salir de mi abandonada Capri... No, el de la foto no soy no, bien podría ser, pero no. Se queda como símbolo de la gran noche. Seguiré con mis cuentos verdaderos... Besos como respuesta.

Sibyla dijo...

Yo aún no me lo acabo de creer???

Somos ganadoresssssssss!!!!!
Sí, yo también me contagié de ese espíritu patriótico, tengo que confesarlo.

Por un día todos nos olvidamos del euribor, el petróleo y las hipotecas...
Un abrazo Capri:)))

EvitaBlu dijo...

Capri, explicáme esto.
¿Quieres irte?
¿A dónde?
¿Por qué?

No hagas de este abandono un silencio.

Capri c'est fini dijo...

*Sibyla, con el historial de nuestra selección como para confiar mucho en los triunfos, pero poco a poco nos vamos acostumbrando. Una euforia como esta, de vez en cuando, se agradece. Besos.

*Eva, Capri c'est fini, se acabó para mí, te remito a mi primer post para que tengas algunas pistas: http://capricestfini.blogspot.com/2008/02/capri-se-acab.html

Sin embargo, sigo nadando para alejarme, la huida no es fácil. Besosssss

EvitaBlu dijo...

Voy a enlazarte y a hacer un nudo en esta cuerda, para que no se afloje. Y casi que me callo ya.

Homo-Sapiensis dijo...

Pues tampoco soy muy futbolero, pero no me perdí la final completa...A España le ha venido muy bien esta Victoria, a nuestra moral, a tener una alegría nacional en medio de la ralidad caotica y preocupante... Una forma de reafirmar que podemos lograr muchas cosas. Un saludote

Dejame que te cuente dijo...

e pasa como ami..
no soy seguidora del futbol..pero uando juega la seleccion algo importante me trnsformo..
como disfrutamos y sufrimos con los partidos de este eurocopa...
pero al final valio la pena...


un beso...
P.D todo va perfecto en tu blog...yo no tengo ningunerror de ningun tipño al visitarte.....

y mil gracias por tu enlae...
yo tambien te enlazare....pero sera mañana...ya me caigo de sueñoo

Capri c'est fini dijo...

*Homo, supongo que a cualquier país le viene bien un alegrón de estos, a pesar de lo efímero que es. Estña claro que no es la solución a los problemas pero sí una tregua bien merecida. Un saludo.

*Fire, yo a pesar de no se futbolero también sigo a la selección como algo diferente. Me ha divertido incluso las noticias de deportes que normalmente son de un insulso que no veas. Muchos besos.

PD: El error ya se subsanó, menos mal.

CRISTINA dijo...

Creo que siempre es bueno un momento de alegría, de algo de locura, de salir a la calle, de abrazarse...pero no deja de parecerme un poco exagerado todo ésto del fútbol. Y a mí me gusta el fútbol, pero no tanto las hinchadas...salvo la del Liverpool, claro...cuando cantan con todo el sentimiento eso de "You´ll never walk alone..."

Besos, Capri.

Capri c'est fini dijo...

*Cristina, desde luego el fútbol es algo interesante aunque sólo sea por la cantidad de gente que arrastra. A mí también me parece que se le hace demasiado caso, sólo hay que ver los telediarios, aunque lo de la Eurocopa bien merecía esa explosión de alegría. Besos.

atikus dijo...

Mira que algunos se enfadon que si que tontería por una pelotita, que si como dejan las calles,...

Evidentemente un ratito asi de vez en cuando no viene mal no?yo me apunto de cabeza...cuando nos tocara la próxima?...jejeje!!!

saludos

panterablanca dijo...

¿Inofensiva? ja! No me pareció tan inofensiva al ver todo el mobiliario urbano destrozado por estos hinchas eufóricos, sobre todo en Madrid. ¡Señores!, que el mobiliario urbano, luego tenemos que pagarlo entre todos, no es algo que nos den gratis... grrrr
Besos de pantera.

Capri c'est fini dijo...

*Atikus, es que hay gente que tiene que quejarse por algo, siempre, que no disfruta de nada más que de quejarse. La próxima... ya veremos, aunque yo disfruté un montón con Nadal en Wimbledon, qué tío!!!! Un saludo.

*Pantera, no saques las garras... el vandalismo es la parte más fea de todo eso. Qué culpa tienen los bancos y las farolas... en la fiesta post-eurocopa no vi vandalismo, en serio, basura sí, pero vamos lo normal cuando hay un enorme grupo de gente. Fue más civilizado de lo que creí que sería. Un beso.

JLO dijo...

Claro q si! a festejar! Nosotros los argentinos tenemos en el futbol casi la unica alegria... entonces a vivirla ja...

España se merecia ganar algo alguna vez... yo feliz, hasta tengo mi camiseta española... sabes q aca es todo descendencia española o italiana...

Y me alegra q seas "argentinizado" por alguno de tus gustos: calamaro, soda stereo...

salu2 y gracias por los coments...

Y ni hablar q soy hiper fan de Nadal!!! otro q hizo historia ayer...

abrazo desde buenos aires......

Cuando el arte ataque
Prince solo Prince
Boca y Huracán
Tengo los huevos llenos!

Capri c'est fini dijo...

*Jlo, sí, todo un hito que había que celebrar "a la argentina". Y por supuesto que estoy argentinizado, mucho, mucho, me interesa mucho tu país y toda la cultura que sale de allí. No sólo la música, también la literatura, y el cine. Sigo de cerca lo poco que llega aquí de allí y procuro investigar algo más allá. Y lo de Nadal fue superemocionante. Soy un espectador de tenis vibrante. Un saludo.

The Walking City dijo...

Discrepo con la cita con que abres el post: el pánico es mucho más contagioso.

Capri c'est fini dijo...

*Sí Funk, de acuerdo contigo, el entusiasmo no es lo más contagioso, el pánico lo puede ser más, en general casi todos los sentimientos colectivos. También es contagiosa la tuberculosis. Un saludo.

The Walking City dijo...

La gripe es mucho más contagiosa que la tuberculosis. Anyway, pensaba que la cosa iba sobre la exaltación de sentimientos patrioteros y tal, de ahí mi puntilla

Capri c'est fini dijo...

*Funksturm, ¿me has visto tu cara de exaltar el patriotismo? jajajaja nada más lejos de la realidad, si exaltaba algo era la alegría colectiva, que es muy curioso como funciona y se extiende y el derecho que tenemos todos a un respiro alegre de vez en cuando. Un saludo.

The Walking City dijo...

Pues con la boca pequeña y disfrazado de otra cosa (euforia, salir de la rutina, color en nuestras vidas grises, etc.), pero sí, sólo estás diciendo que te has alegrado porque la selección es-pa-ño-la de fútbol ha ganado la Eurocopa.

Eduardo dijo...

Sorprende la recriminación. Creo que Capri tiene, como todos, la capacidad de alegrarse o no con la victoria de España. Con la boca pequeña o la boca grande. Yo vi el partido con amigos portugueses, brasileños y angoleños. Todos a favor de España, imagino que por simpatía o porque estabamos dos españoles allí. Saltamos, gritamos y brindamos con champagne.
No creo que nos debamos "avergonzar" por eso. Hay que beber el vino de las tabernas, como decía aquél poeta paisano de Capri.

Capri c'est fini dijo...

*Ay Funksturm jajajaj no con la boca pequeña, sino con la boca está claro que me alegró que ganara la selección ES-PA-ÑO-LA. Pues claro, porque es lo que me ha tocado vivir. Si fuera alemán habría escrito sobre las decepciones deportivas, supongo. Pero que ganara la selección no fue más que un buena excusa para hablar de la euforia colectiva, porque me alucinó lo que vi esa noche de domingo. Si crees que voy por ahí acompañando a obispos a manifestaciones... está muy equivocado. Un abrazo.

*Eduardo, gracias por la sentida defensa, jajajaja las bocas pequeñas que beban vino también. Un saludo.

The Walking City dijo...

Me alegro de que te alegres de que la gente se alegre.

En todo caso, no consigo entender la conexión entre la victoria de un grupo de futbolistas (que por lo menos a mí no me representan en absoluto) y la felicidad/euforia de un país, y esto aplica a cualquier país del mundo.

En fin, naderías de Internet, tampoco hay que gastar el teclado. Que sigas bien, majo.

Capri c'est fini dijo...

*Funk, yo me alegro que te alegres que me alegre porque la gente se alegre, porque suele haber tanto mal rollo que cuando esto se rompe, no lo puedo evitar. Lo que apuntas es otro tema, yo tampoco me siento representado por esos, la España hincha y futbolera es de lo que menos me gusta de nuestro país. Pero eso podemos discutirlo cuando quieras. Un saludo y gracias por poner siempre la puntillita, que me gusta...